lunes, 18 de abril de 2016


YOGA EN EL EMBARAZO 









El embarazo es un momento maravilloso en la vida de la mujer, en el que se hace muy consciente de su cuerpo y de la vida que crece en su interior. El yoga, durante el embarazo produce enormes beneficios físicos y psicológicos, ya que, por un lado aumenta la flexibilidad y el buen estado corporal, y por otro, ayuda a conectar mentalmente con el propio cuerpo.
El hacer yoga puede ayudar a que la mujer embarazada tome confianza en su cuerpo y le permita sentirse más segura y preparada para afrontar el parto, tanto por la conexión que logra, mediante la práctica, con su cuerpo y el de su hijo, como por la evidente mejora de su elasticidad, fuerza y resistencia.
El Yoga es un puente y un nexo que nos une a nosotros mismos, un vehículo de salud y de introspección, que aporta paz y reconocimiento de las sensaciones. Para las embarazadas, la búsqueda y la consecución del bienestar físico y mental es especialmente importante, pues ellas se preparan para cambios enormes y desgastes físicos, pero también a un crecimiento profundo que las hace más fuertes.
La práctica del yoga durante el embarazo permite ser más consciente de los cambios corporales y emocionales, sintiéndolos con plenitud vivencial y comprendiendo lo que nos sucede, ya que sobre todo nos ayuda a sentirnos conectadas con el cuerpo. La relajación del yoga, además, aumenta la flexibilidad, haciendo más soportables las tensiones físicas de músculos y articulaciones.
Practicar yoga en el embarazo debe realizarse siempre con el asesoramiento de un experto que nos enseñe asanas, pranayana y ejercicios de relajación adecuados para cada momento de la gestación.

¿Qué es la respiración del yoga?

La respiración del yoga es una forma de respiración profunda controlada, también conocida como pranayama. En la lengua india sánscrito, prana significa energía y ayama significa distribución de la energía. Cuando respiramos, inhalamos oxígeno, que necesita nuestro cuerpo para vivir; al exhalar, sacamos dióxido de carbono, un gas que nuestro cuerpo no necesita. La mayoría de nosotros respiramos de forma rápida y superficial, y esto no beneficia tanto a nuestro cuerpo como la respiración profunda. 

El pranayama es una técnica que te ayuda a respirar bien, con un equilibrio entre el oxígeno que inhalas y el dióxido de carbono tóxico que exhalas. A la vez, te ayuda a cuidar bien de ti y de tu bebé
.

El yoga prenata lpermite a las futuras mamás cuidar de su cuerpo, de su mente, y protegerse para recibir de forma relajada al bebé que está por nacer. Este ejercicio, que armoniza cuerpo y mente, alivia también problemas muy comunes durante el embarazo como la , las manchas
, las estrias y los dolores de espalda y de piernas. Además, el yoga permite que la mujer embarazada conserve la elasticidad de su cuerpo. La práctica de este tipo de ejercicio físico suave es una de las recomendaciones en las que más insisten los ginecólogos actualmente. Esta terapia oriental es la que está despertando más interés por los beneficios que ofrece a las mujeres durante su embarazo .

Ventajas del yoga prenatal

Éstas son algunas ventajas del yoga durante el embarazo:
- Proporciona y conserva la elasticidad al cuerpo
- Mantiene la agilidad muscular
- Aumenta las posibilidades de un parto natural y una rápida recuperación
- Relaja la mente y la mantiene tranquila y equilibrada
- Ayuda y controla la respiración y la circulación
- Evita la ansiedad
- Refuerza la postura
- Fortalece la columna
- Ayuda a solucionar problemas como la hinchazón de pies y piernas, dolores de espalda, etc.
- Aporta seguridad a la futura mamá
- Mejora el humor
- Ayuda con las digestiones
- Favorece el sueño
- Mejora el estrés y alivia el cansancio

Cómo son las clases de yoga para embarazadas

La principal ventaja de practicar yoga con regularidad es que ayuda a conseguir una mejor forma física y flexibilidad, pero sobre todo te ayuda conectar con el propio cuerpo. Esta conexión ayuda a aceptar los cambios que suceden en nuestro organismo, a adaptarnos y a mantener un vínculo relajado con el bebé. Estas sensaciones son muy importantes durante los nueve meses que dura el embarazo y durante el parto.
La futura madre puede empezar con las clases de yoga prenatal en cualquier momento de su embarazo. No obsante, a medida que avanza la gestación, deberás evitar posturas en las que puedas perder el equilibrio. En el segundo trimestre, el yoga prenatal sustituye las posturas que requieren que estés acostada sobre la espalda – ya que como el útero se pone más pesado, puedes poner demasiada presión sobre las venas principales lo que disminuiría el flujo sanguíneo del corazón- por otras que requieran menos esfuerzo.
Respecto a los estiramientos, tus monitores harán especial hincapié en no forzar demasiado. Las mujeres embarazadas producen más relaxina, una hormona que aumenta la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones, por lo que es importante que conozcas tus límites para poder frenar un poco cuando haces estiramientos.
Actualmente, existen centros donde se imparten clases de yoga, especialmente orientadas a las mujeres embarazadas, que desean preparar su cuerpo y su mente para recibir a su bebé. Las clases se ofrecen en niveles distintos, según el conocimiento que tenga la futura mamá acerca del yoga. Para asistir a las clases de yoga se aconseja el uso de ropa ligera y holgada, y ingerir alimentos por lo menos una hora antes de la clase.
La futura mamá aprenderá a aceptar mejor sus  relajar las tensiones, y ganará mucho en energía, en tranquilidad y vitalidad, a través de los estiramientos, los ejercicios de respiración, y la meditación. Lo ideal es practicar el yoga, al menos, dos veces a la semana.